En el año 1890 la familia Raventós Poch dedicada al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos de la zona Penedés, elaboró sus primeras botellas de vino espumoso natural (cava) por el procedimiento "Methode Champenoise".

En 1918 el esfuerzo y la profesionalidad de la familia hicieron posible que las marcas Lacrima Baccus y Lavernoya fueran de las más acreditadas en el mercado.

En 1966, después de diferentes sucesiones familiares, lo que inicialmente comenzó como un negocio familiar se transformó en una compañía: Cavas Lavernoya, S.A.

En la actualidad, siendo fieles al esfuerzo y a la experiencia de muchas generaciones, se han incorporado a los métodos de elaboración tradicionales la tecnología precisa para garantizar toda la calidad y prestigio que el paso del tiempo les han sido otorgados.